Si estás pensando en solicitar un préstamo personal, no solo tienes que comparar para poder obtener la financiación que mejor encaja con tus necesidades, sino que también tienes que fijarte en otros detalles como la letra pequeña para evitar llevarte sorpresas en el futuro. Para evitar que te pase, en este artículo te vamos a mostrar una serie de detalles en los cuales tendrás que fijarte para tener la certeza de que realmente contratas lo que te interesa. Así evitarás cometer los errores más comunes a la hora de aceptar un préstamo personal.
Tipos de préstamos
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que no todos los préstamos son iguales. Esto quiere decir a la hora de buscar financiación tienes que elegir entre préstamos rápidos, préstamos sin nómina, préstamos personales, préstamos con garantía… hay muchas opciones entre las que elegir. Lo importante es tener claro que es lo que buscamos para podernos centrar.
Si no tienes claro qué tipo de préstamo personal se adapta mejor a tus necesidades, infórmate un poco más de cada uno de los préstamos y así te será más fácil comprender que alternativa te interesa.
Tipo de interés
Otro de los apartados a los cuales hay que prestar mucha atención es el tipo de interés que se nos impone. Normalmente en los préstamos personales el interés es fijo, pero hay que mirar si la información que se nos ofrece es TAE o TIN. Hay que tener en cuenta que el TIN no incluye las posibles comisiones, lo que hace que siempre sea más bajo que la TAE. Para evitar que la comparativa no sea igualitaria, siempre intenta comparar con la base TAE. La ventaja de disfrutar de un préstamo a interés fijo es que siempre vamos a saber cuánto vamos a tener que pagar mes a mes. Gracias a este sistema podremos tener la seguridad de que no nos vamos a llevar ninguna sorpresa a la hora de pagar la cuota mensual.
También hay préstamos personales basados a Euribor u otros índices. No son tan comunes y en este caso con las revisiones la cuota mensual podrá cambiar, para bien o para mal. Es una opción para los más atrevidos. Actualmente el Euribor cotiza en negativo, lo que hace que sea una opción interesante. Pero siempre hay que valorar que puede subir y nos podemos llevar una sorpresa, ya que llegó a cotizar en el 5%. Haz cuentas y asegúrate de qué tipo de préstamo se adapta mejor a tus necesidades.
Fíjate en las comisiones
Siempre te tienes que fijar en las comisiones. Y es que los bancos en muchas ocasiones usan la técnica de anunciar que un préstamo personal es muy barato y luego nos meten unas comisiones muy altas. Para evitar sorpresas, siempre hay que analizar las diferentes comisiones que se nos van a cobrar. Las comisiones más comunes son las de apertura y cierre anticipada parcial o total. Pero también nos pueden meter otras comisiones como la de estudio. Ten en cuenta todos estos datos para ver que financiación realmente es la más económica para ti.
La comisión por cancelación anticipada es una de las comisiones en las cuales no nos solemos fijar. Pero hay que mirarla, no siendo que tengamos un buen momento económico y queramos cancelar el préstamo. En ese caso tendríamos que pagar lo que nos queda de préstamo más la comisión y puede que la misma sea bastante alta. Si tienes claros todos los detalles, no te podrás llevar nunca ninguna sorpresa.
Vinculación
Es importante fijarse en si el préstamo es libre o en cambio cuenta con una vinculación. Hay que tener en cuenta que muchos préstamos personales vienen unidos a vinculación. Me explico, si queremos conseguir el interés competitivo que se nos ofrece con la oferta, tendremos que contratar diferentes productos vinculados como seguros, domiciliar la nómina, contratar una tarjeta… cuantos menos productos contrates, más caro será el interés. Valora si realmente te interesa o no contratar esos productos, ya que en muchas ocasiones contratamos cosas que no nos interesan y en consecuencia el préstamo nos sale mucho más caro que con la competencia.
Cuidado con los seguros de protección de pagos
A simple vista los seguros de protección de pagos pueden ser muy interesante porque nos pueden salvar en caso de entrar en un bache económico o de salud. Pero hay que tener claro que este tipo de préstamos tienen mucha letra pequeña y en más de una ocasión puede que no nos cubran cuando esperamos. Para evitarlo, a la hora de contratar este tipo de seguro, siempre tenemos mirar cuales son los supuestos en los cuales nos cubrirá y cuáles no. Así evitamos llevarnos sorpresas en los momentos más importantes de nuestra vida. Recuerda, el seguro solo te cubrirá cuando realmente las cláusulas lo permitan.
Ahora que ya tienes claros estos aspectos, tienes que tenerlos muy en cuenta a la hora de contratar un préstamo personal para tener la certeza de que realmente estás contratando la financiación que te interesa.